Y en mitad de un "te quiero" me olvidó

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
viernes, 28 de noviembre de 2008
Como toda esperanza, se esfumó.
Ganas de decirte muchas cosas, de gritar, de gritarte. Dolor, ganas de llorar, de recibir un abrazo. Te mando mensajes y no me respondes, te hablo por msn y gracias que puedo recibir una respuesta con algun tipo de sentido de tu parte. Hace UN DIA me dijiste que ibamos a ser amigos, buenos amigos, que podía contar con vos, que te ibas a preocupar por mí, que no necesitaba a otra persona: que te necesitaba a VOS, que en tres años y medio y que bla bla bla ¿De que sirve que me digas eso si a las 24 horas ya no tienen mas valor? ¿De que sirve, si después de dos porques (que ya los sabías y pedías que te los dijeran) nada tiene valor para vos? ¿De que sirve si la realidad era que no podía contar con vos, que no ibamos a ser amigos, que no te ibas a preocupar por mi, que sí necesito a otra persona y que esos tres años y medio no existen? No entiendo la necesidad de decir cosas por decirlas, sin sentido, generando en mi esperanzas falsas. No entiendo porque decirme "no quiero que me odies" si parece que te empecinaras en que así sea.
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