Me había olvidado, te juro que me había olvidado completamente, pero existen esos pensamientos que vienen de cualquier lado (porque ni siquiera tiene algo qeu ver con el contexto) y aparecen de golpe, como si nada, avisandote, recordandote cosas y bueno, ahí me acordé. Es probable que no te vaya a hablar hasta que no me hables porque sí, porque ahora tengo el orgullo un poco más grande y no (quierodemostrarteque) pienso más en vos, ni te tengo en cuenta más que vos a mí, entonces no, no te voy a hablar.
Un año, pensar que hace 365 días te estaba viendo cara a cara por primera vez, plaza serrano y la cerveza y los besos. Este año que encima se paso tan rápido (pero eso es tema aparte). Lo loco es que no cambio tanto, en ese momento yo no creía en algo con vos y hoy tampoco, en su momento me sentía sorprendida de haber vuelto a verte así que, en ese sentido, este año fue un ida y vuelta al mismo comienzo. Con cosas en el medio obvio pero, de pronto, un año después parece que quizás no hubiera pasado.
En fin, estoy feliz, estoy bien, contenta con mis decisiones pero ya que es hoy que NADIE me rete por extrañarte un poquito (más).

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
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