
Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
sábado, 12 de noviembre de 2011
Es muy díficil aceptar la soledad. Más cuando consiste en la casa sola y nadie más que vos. Vos y vos. Vos y las cerraduras, vos y las cervezas y los vinos y las canciones de Drexler que hacen llorar. Tambien son Prato y Fury que se van, #diadelaprimaveraquenoviene. Todo eso, es la soledad, la soledad de la casa sola, la soledad de la vida, la soledad de las canciones de Drexler que no tienen (y nunca van a tener) dedicatoria.
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