
Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
jueves, 16 de abril de 2009
Digamos que hoy mi energía positiva fue bajando a medida que pasaba el día hasta llegar al decimoctavo subsuelo. El problema no es que haya bajado (altas y bajas hay que tenerlas) me preocupa no volver a subirla, estuve bien estos días con mis pensamientos positivos y demás (me hicieron bien, me ayudaron y me relacion emejor con la gente) pero ¿Y si no vuelve a subir? Mi principal barrera: mi vieja sin lugar a dudas. Es increible como nunca se da cuenta de esas cosas, cuando peor me pongo, cuando se me cruzan por las cabezas cosas que no quiero que se cruzen, cuando reacciono ante todo y todos es cuando me peleo con ella y no le importa, no se le mueve ni un pelo cuando le digo que no podemos compartir nada y no lo entiendo. Todo lo qu ela quiero es proporiconal a lo que la detesto en esos momentos. Y quizás me hace tan mal cuando me peleo con ella porque no lo peudo hablar con nadie, no se como expresarlo, nose como contarlo. Es que es así (siempre fue así) las cosas que más me duelen y que más me hacen mal son las que no cuento, las que nos digo y me guardo. Pero en fin, mas allá de eso esperemos que suba mi querida buena energía (y aparezca alguien con fuego en la puerta del pelle jaja)
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