2) Me cuelo en tus oídos y siembro un poema: la dosis de dulzura y un tono sutil, mi voz ondulante se instala en tu cabeza, te digo solamente lo que quieres oir.
3) Me subo a mis manos, lanzo otro ataque, tu piel es la víctima en esta ocasión: el roce preciso, caricia perfecta, mi próxima blanco es tu corazón.
4) Me paro en tu pecho y clavo mi bandera y te declaro mío en nombre del amor: levanto la copa y brindo conmigo, bajo las armas y apago el motor.
Seré la tónica en tus acordes,
la poetisa de tus versos.
Yo seré la musa que te inspire,
la emperatriz de tu universo.
Aprenderás de mi silencio
y entederas si desvarío.
y entederas si desvarío.
Y adormoecido en mi regazo,
respiraras lo que yo expiro.
respiraras lo que yo expiro.
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