Y se repite, se repite lo mismo, seguís estando vos y no entiendo por que, porque no me alejo, porque no te alejo y porque siempre te dejo volver (aunque en realidad nunca te dejo ir). Y te odio, te odio poruqe no sos el típico chico que a mi me gusta y que busco y que no me canso de pensar/imaginar y describir con mis amigas, no te pareces en muchas cosas (en otras quizás sí, pero bueno no te pareces). Y también es verdad que necesito conocer a alguien, pero a alguien que me guste y que me guste enserio no que intente que me guste porque me cae bien, poruqe no faltan buitres dando vueltas que me hagan inivtaciones hasta el cansancio, pero ninguno me gusta y no es que yo sea exquista, sino que tengo una tendencia a gente anromal, psicotica o cosas así ( y Mauro dice que por una vez le hable de alguien normal). Y el único que conozco que no tiene esas características y es de esos fuma porros buena odna que me caben a mí y que vino a mi casa después de ir a ver a Vilma Palma ♥, no me habló más y yo tampoco me animo a habalrle y decirle que tomemos la cervez que nos debemos porque no sé, nunca se a que no me animo si no hay nada de riesgoso en decir eso.
(y quizás, eso también lo pensé, es algo incosniente de qeu seguís vos y solo vos y no quiero ota persona y entonces me pongo trabas y trabas para que venga una parte de atras de un martillo (poruqe otro clavo no dá) a sacarte).

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
jueves, 2 de septiembre de 2010
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