Me encanta revivir post viejos
como este que es del 13 de febrero del 2010 y me acuerdo perfecto cuando lo escribí. Fue después de una noche con Prato y Anchoa que Anchoa me dijo "si te comés a este te regalo un trago". Me regalo el trago y no me comí al chico.
"No sé para dónde ir. Mensajes que prefiero borrar sin leer. Clericó y mensajes. Soho y mensajes. Sillones de Madagascar y más mensajes. Idas y vueltas. Idas y vueltas a Serrano (hablando de vos). Hablando de vos aunque no quiera, no me guste. Aturdiendo a todos, pidiendo que alguno me ayude. Repito lo mismo esperando una respuesta, una solución mágica. Nadie la tiene. Las pociones se extinguieron, hay escazes. Es el apocalipsis de las películas de Disney. ¿Por qué nadie tiene esa poción mágica?. Siguiente escena, queda una sola poción en todo el mundo. Hay que encontrarla. Hay que buscarla, hay que encontrarla en la cima más alta del castillo de la bruja más fea o adentro de uno."

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
martes, 13 de septiembre de 2011
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