Podría hacer un repaso por vos y por mí, por la canción/poema que me escribiste y desarrollar al "Nahuel bueno" de las cervezas y la lluvia de verano o hablar mucho de las llegadas tarde, de las mentiras y de los mensaje sin respuesta.
Fuiste un personaje contradictorio en mi vida, podría hablar de la imposibilidad para volver a entregarme de verdad a alguien o de que me hiciste más fuerte, más persona, más grande.
Podría hacer una monografía sobre nuestra relación, pero tendría MUY poco sentido.
Podría por primera vez ponerme a revisar como actúe yo y sacarte un poco del lado de "el malo de la película".
Podría eliminarte de mi facebook.
Podría llorar.
Podría seguir odiándote por ser una barrera tan baja en mi vida.
Pero prefiero dejar todo en modo condicional. Prefiero no hacer nada, no hacer nada más que tenga que ver con vos. Matarte.
Porque nunca te maté, nunca hice realmente el duelo de tu muerte. Nunca. Necesito martarte, necesito matar a tus mensajes en gesell y mar de ajó, al recital del bordo juntos, a la riñonera, a los litros de cerveza, a los daytonas, a la lluvia, al baño de genesis. Necesito matar sociales en navidad, la marihuana que fumamos juntos, los caballeros de la quema, el CD de Sumo. Necesito matarte de una vez y para siempre, sin inmortalidades.
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