Porque volvemos a hablar como si fueramos amigos, tu novia me habla como si fuera su amiga y quedo ahí sin saber si me importa, si hay forma de resolverlo o si te llevaste con vos todas las esperanzas y la posibilidad de entregarme por completo a alguien. Quiero cambiar la camisa realmente quiero pero ninguna me queda bien todas son grandes o son chicas o el color no termina de convencerme. Algunas son muy berretas y otras bastantes buenas pero muy caras también.
Ninguna es justo lo que busco o al menos yo siento eso, que ninguna encaja, que ninguna va bien. Y también me pregunto si se tratará de buscar la que mejor nos queda o si en realidad, todo consiste en transformarnos y transformar a una camisa que no sea del todo la adecuada. Quizás, se trate de conformarse en realidad o de teñir un poco la camisa o entender que quizás el color violeta nos queda mejor que el blanco o que la camisa más ajustada nos pone un poco más lindos. Quizás sea eso o quizás no, quizás se trate de descubrir que la camisa que tenemos al fondo del placard que siempre la vimos vieja ( o la vimos como un amigo más) sea en realidad la que mejor nos calzan, la que mejor nos entiende y sobre todo, la que más nos quiere.
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