Empieza la noche en Quico, ya el único rastro del sol son unas nubes rosadas que dejo en su camino, pero no solo termina el día, no solo llega la noche. Con las primeras luces de Villa Dolores asomando empieza mi última noche en un volante, la última en una brigada. Se acerca el final y las emociones se juntan. La boina, la entrada, la cancion ¿Qué valor tienen? ¿Qué significan? Es mostrarse a los otros nada mas. El seminario esta dentro nuestro, en las risas, los chistes, los abrazos que compartimos, en nuestro champaqui, en nuestros momentos. Eso es el seminario o esta mitad de seminario, esta brigada y esta historia.
¿Qué sigue después del domingo? ¿Qué sigue después de esto? Con todo esto vivido y esas ganas de no volver, de seguir desconectada, de seguir disfrutando la paz, los paisajes, la incredibilidad y el sorprenderse a cada paso, con ellos, mi grupo. Quizás vengan noches estrelladas que guarden algo del sol que paso, pero el día termina y la noche empieza.

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
lunes, 26 de enero de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario