Sentada en el micro. Asiento de a uno, como si viajara sola (genial). Me gustan esos momentos en los que me siento un poco independiente (aunque sean falsamente). Tengo 5 horas para pensar, escribir y dormir. Al lado mio dos personas que no dejan de hablar ni un segundo. Que feo no poder disfrutar un silencio. Que lindo son los silencios y si son compartidos mucho mas. Compartir. Despedir. Dormir. Que te despidan, dormir con alguien (el otro día se lo dije a Mica, dormir con alguien debe ser el momento más lindo en una relación). Compartir silencios. Despedir. Dormir juntos. Reír. Evidentemente necesito algo de cariño ja... terrible.
Te extraño, no, no te extraño ¿Qué es lo que extraño? ¿Verte? No, nunca te ví ¿Que te conectes? Pasaron menos de dos días, no tiene sentido, ja. Bueno sí, quizás algo te extraño pero tengo que contener las ganas de mandar un mensaje si quiero conversar la diginidad que queda.
Cambio de tema. Mis amigos. Bien, los extraño. No se si extraño a mis amigos o extraño tener amigos. No son ellos los del problema, soy yo. ¿Qué me pasa? Necesito conectarme de vuelta con ellos de nuevo, con todos. Y las Pastis dicen "Quien puede comprobar si todo es una foto o va al ritmo de un tic tac".
Que charla hoy, ese campamento... nos marcó, nos cambió, nos hizo crecer. Se nos pasó volando, como si fuera un sueño...
¿Será eso lo que me tiene rara? El post campamento. Puede ser. Es fuerte, es raro. No caigo.
"Y hoy debe ser la tuya mi peor enemiga, la que te echa la culpa" Fah, la conciencia, si que no deja en paz a nadie. Que esto sí, que esto no, que esto ya te hizo mal. Odio hacerle caso, pero es peor si no lo hago.
"Y si es que el tiempo existe, yo quiero compartirlo. Si todo es una foto yo quiero estar al lado tuyo" ¿Con quien quiero compartir el tiempo? ¿Al lado de quién quiero estar? Y sobre todo, ¿Alguien quiere estar al lado mio? (Aunque sea un ratito, solo una foto).

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
martes, 17 de febrero de 2009
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