
Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
viernes, 6 de febrero de 2009
Un llamdo que me hizo caer un poco en que es lo que me tiene así rara, es esto y digamos que el llamado no mejoro las cosas, de hehco quizás hasta las empeoro. Es díficil, por un lado todo lo que te quiero y las cosas que compartimos y por el otro lado sentir, y no poder dejar de sentir, que no te importo nada todo eso. Que dió igual, que no importo como me podía sentir, que no importo nada solo el "me cuesta hablar" y después otra vez. Por momentos cuando me hablaban me salía el pensar "lo hubieras pensado antes" porque es así, paso una vez, lo hablamos y paso de nuevo lo mismo y siempre te defendes bajo la misma frase. La priemra vez si, no me detuve a pensar en como era todo, en como había pasado todo pero ya la segunda, ya después de haberlo hablado, si y por eso es que no puedo hacer como antes y decir "esta todo bien, ya fue Ire". ¿Qué más quisiera yo que fuera así? Poder volver a tener a esa amiga y madre de mentiritas, pero no puedo, cada vez que lo pienso, nose, no lo puedo creer, me cuesta, me duele... es eso, me duele. No estoy enojada ni ofendida, estoy dolida y enserio, yo también quiero que todo sea como antes porque te necesito.
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