no hace ni un año (y las cosas ya no son igual)

No hace ni un año, es verdad. Creo (y espero) que nadie de los que te conocen y te puedan mostrar algo entren a este blog. Será de idiota pensar esto AHORA, quizás es algo de hoy o de estos días nose. Pero últimamente pienso seguido en vos, en lo que hice, en como me comporté, en como hubiera sido este año si estaba con vos y justo ayer mi mamá te nombró y no pude evitar ponerme mal. Tantas veces intenté hablar con vos y dejar esto un poco mejor, pero fue imposible o quizás no y yo no lo intenté lo suficiente, si quizás yo te hubiera agarrado un día y dicho todo, vos me hubieras escuchado pero por miedo no lo intenté y ahora todo queda en unos quizás. Tengo miedo, tengo miedo de que nadie me quiera como vos me quisiste, tengo miedo de no querer a nadie como te quise a vos ni de mantener con nadie una relación como la que tuve con vos, tengo miedo (también) de que el no poder estar con nadie en algo sea una especie de karma de todo lo que hice, es una mezcla de miedos o quizás es uno solo de todos esos y nose bien cual. Cada vez que pienso en todo lo qeu vivimos, en las cosas que hiciste por mí y mas allá de los momentos feos o de enojo o cosas que pienso que pelotuda que fuí, no puedo evitar ponerme mal y decir "como pude hacer así las cosas, como pude hacerte mal después de todo lo que habiamos vivido". Pero ahora ya está, ya actué así y probablemente nunca podamos hablarlo y nunca pueda cerrar bien esa etapa. Tantaaas cosas, tantas canciones, tantos lugares me recuerdan a vos porque fuiste mi primer todo, fuiste todo y espero que, ojalá, algún día, puedas no guardar el orgullo donde nadie pueda dudar de que lo tenés y aunque ya tengamos 50 años y por una de esas casualidades te encuentre podamos hablar, porque fuimos lo que fuimos como dije alguna vez.

Porque entre el lunes y el martes me sobra tiempo para necesitarte, porque me miento si digo que tu mirada no fue mi mejor testigo, porque aunque ya no me duelas (no se cuan real es eso) a veces busco tu nombre en mi chistera, porque aún no vino el olvido para llevarse el último de tus abrigos. Por los besos que aún nos quedan en las bocas, por los miles de homenajes que nos dimos, por nadar y no guardar nunca la ropa, por los dedos juguetones del destino, porque fuimos lo que fuimos.
Porque puesto a confesarte, aún le tengo miedo a tenerte delante, porque en cuanto me descuido me atropella algún recuerdo en el pasillo, porque no puedo negarte que te quise sin querer y más que a nadie.