Hoy ví a mi sobrino que está enromemente hermoso y después Brahma me paso a buscar y me dijo "no vamos a poder ver winnie pooh, mi casa está invadida". Entonces caminamos muuuchas cuadras por jonte (hasta una calle que no me acuerdo pero que yo hacia chistes) y después le dije "ok vamos a tomar helado, pero vamos a Luisito" y caminamos de nuevo muchas cuadras hasta llegar a Luisito y disponernos a cenar (viva el cenar helado!) y yo me enojé porque brahma pagó los dos cuartos (y después la cerveza) entonces le dije "solo te perdono por lo de winnie" y caminamos hasta su casa, nos robamos el cartel del blockbuster (?) y nos fuimos (ah, y antes estuvimos sentados en el coto y llamamos a Juli).
Cuando estaba en el bondi me llamo Nico (mi brother de mentiritas) que me tiene como número free y me dijo después te llamo que no te entiendo nada. Y en el bondi me deprimí, escuhcando canciones no sé. Pero empecé a sentir que no era especial para nadie, que nadie sentía que yo fuera realmente especial (invisible diría Tefi), que yo no era como Marchu que brilla siempre. Y no pido brillar para todos siempre, sino brillar para alguien. Que alguien vea en mí eso distinto a lo que ve en todos los demás, que vea en mí, no sé, una luz ponele, algo que me haga diferente, que me haga sobresalir (al menos para esa persona), quiero que piensen en mí, que me vean y sonrían este haciedno lo que este haciendo. Eso quiero para mí. Y quizás (solo quizás) ese alguien existe y yo no logro mirarlo.
(después Nico me volvío a llamar, cruzó de vereda en vereda mientras me habñaba y quedamos en hacer juntada familiar cuando volviera (: )

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
lunes, 18 de enero de 2010
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