Ojos que no ven, corazón que no siente. ¿Será por eso que nadie siente nada por mí? Porque no me ven.
Ser invisible es casi como no existir, solo cuando alguien te ve te sentís vivo.
Lo esencial es invisible a los ojos, ¿será que yo soy tan esencial que soy totalmente invisible? Soy como un fantasma, una sombra que pasa pero nadie me puede ver.
Tefi- Y así me siento yo, muerta en vida, como un mosquito, menos que un mosquito, no me ven, y como no me ven no les importa que yo sufra. ¿Qué le importa a Luca que yo sufra si no me ve? ¿Qué le importa a Hopy y a Nacho lastimarme si no existo? No me ven.
Mar- Todos te vemos y amamos.
Tefi- No me aman, a veces los hago reír pero amarme de verdad, verme de verdad, importarles de verdad ¿a quién? A nadie.
Tefi- Vos sos distinta marchu, vos brillas, hagas lo que hagas todos te ven, y a mí no.
Mar- No me parece que sea así, para nada.
Tefi- Es lo que pienso. Y te juro que ya no tengo más fuerzas para ponerle actitud.

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
miércoles, 29 de julio de 2009
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