Y reapareciste, vivís!.
Fue increible el momento en el que te conectaste, volver a hablar con vos contarte de mi vida, vos de la tuya aunque hayan sido 20 minutos. Eran lindos esos momentos en loque nos pasabamos noche enteras (literalmente hasta que amanecía) hablando o delirando en el chat mechito.
Sos el hermano cibernetico mechito más genial de todoooo el mundo

Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
jueves, 9 de julio de 2009
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