Será de dios segunda parte

Me acosté sobre su pecho y de un momento a otro me quedé profundamente dormida. A las dos horas me desperté, buscando sus labios para besarlo pero no lo tenía al lado mío. Me empecé a asustar, mi cabeza a andar a mil por hora. Y si le había pasado algo? Y si como vio lo poco top que soy durmiendo se dio cuenta que o quiere estar conmigo? ¿Y sí vinieron los de la nueva era a llevárselo?

Ya estaba por largarme a llorar, cuando miré un poco más por la habitación y lo vi sentado, con la guitarra en la mano observándome y sonriendo.

-         Ai negri, que susto que me pegué. ¿Qué pasó? ¡No me digas que ronqué! ¿Seguro fue eso no? No te aguantaste dormir al lado mío, ai negri perdón, soy lo menos, es obvio

Se empezó a reír

-         ¿De qué te reís? No te gustó, ¿Es eso no? ¿No fue como te lo esperabas? No te rías, gordo no es gracioso, ¿Soy un desastre?

-         No, Tefi, no roncaste, si me gustó lo que pasó y obvio que no, no fue como me lo esperaba- mi cara creo que se transformó y el sonrío- fue mejor, mucho mejor. Es solo que tenía ganas de verte dormir, dormís con tanta paz flaquita que dan ganas de quedarse mirándote por horas. Y mientras te miraba estuve haciendo algo creativo.

-         ¿Qué cosa negri? ¿Una intervención? Yo ya te dije que no, que hoy no, que hoy no había ni resistencia ni nada eh- le reproché

-         Jajaja no, Flaqui, soy un hombre de palabra y prometí que hoy no íbamos a pensar en nada más que nosotros dos. ¿Te acordás de la canción que escribimos? Bueno, le estuve poniendo música, ¿La cantas conmigo?

-         Obvio- le respondí contentísima cubriendo mi cuerpo con las sábanas y acercándome a él. Esa canción representaba nuestra historia, toda nuestra historia. Era sobre nosotros dos.

La guitarra empezó a sonar y yo mire atenta el papel donde decía que parte cantábamos cada uno. Él empezó.

-Alguien supo esperar, me despertó de mis sueños

Con su llave de cristal abrió todos mis secretos

-         abrió todos mis secretos- cantamos los dos

Alguien supo escuchar, a través de las paredes

Y las logró derribar tocando sus cascabeles, tocando sus cascabeles- canté mi parte sin dejar de sonreír

Y estoy vivo por que alguien pegó un salto a la deriva

Y casi sin salvavidas me rescató de por vida- cantamos a dúo mientras la guitarra no dejaba de sonar

Alguien sabe cambiar mis noches y mis mañanas

Me enseñó a conocer azules las madrugadas- cantó él

Azules las madrugadas- agudicé yo al instante

Alguien que yo esperé por siglos y me buscaba

Alguien que yo busqué por siglos y me esperaba- seguí entonando sin perder la sonrisa

Por siglos y me esperaba- cantamos los dos

Y estoy vivo por que alguien pegó un salto a la deriva

Y casi sin salvavidas me rescató de por vida-  nuestro dúo seguía sonando y nuestros ojos seguían encontrándose a cada momento.

 Los dos sabíamos que este día era único, que iba a ser único, que a partir de ahora las cosas eran distintas, que nuestro amor era mucho más puro, más profundo, que ahora sí, nada ni nadie iba a poder separarnos, que ya no éramos dos, que ahora éramos uno, uno solo, que nos habíamos unido por la fuerza de nuestro amor.

-         Te amo – me dijo cuando terminó la canción y dejó la guitarra para acercarse a besarme- Estás más linda así toda desarreglada a la mañana

-         Yo también te amo Luqui y no me digas mentiritas eh- le respondí llenándolo de besos y sintiendo que lo amaba más que antes (si es que eso era posible).

“Con tu panza y mi panza rozándose no hay poeta que no haga una canción”

“y casi sin salvavidas me rescató de por vida”