
Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
J. L. Borges
J. L. Borges
lunes, 24 de mayo de 2010
tanto fuego, tanta acción.
Fuimos vos y yo. Fuimos vos y yo y el color de mis uñas y los vasos de cerveza. Fuimos vos y yo y el beso y mis piernas temblando. Fuimos vos y yo y vos llevandome para atrás, subiendo las escaleras. Nosotros dos y la 215. Que te sientes, que yo agarre una tiza y que me dictes los métodos para conquistar a una chica: llevarla al aula 215, pedirle que se acerque, que deje la tiza. Tomo nota y me pedís que lo complete y pongo "otoño" porque me gusta, por el ruido de las ojas y el color. Y son los besos y son tus manos y es terminar arriba del escritorio y tenerte a vos ahí y que el escritorio se de vuelta. Y es el piso, y son tus besos de nuevo y sos vos de nuevo y es mi sonrisa después. Y fuimos vos, yo y una noche (de nuevo).
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